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I
A mediados del siglo XIX, y después de una de las tantas guerras civiles ocurridas en ese siglo, fue elegido José Hilario López como Presidente de la República de la Nueva Granada, tal como se nominaba en ese momento. López hacia parte del ya conocido como partido liberal y una de la concepciones que pregonaba este grupo político era la de superar el legado de la tradición española y darle mayor papel protagónico a las herencias de los que lucharon por la independencia Granadina, estrategia que consistía en re-nominar lugares que tenían referentes religiosos o hispanistas y darle nombres de heroínas, próceres o de batallas representativos de la historia nacional. De igual manera, idearon que los mártires de estas gestas debían tener un espacio de memoria en un intento de darle significado a la «memoria de los próceres»[1] y construir otros relatos de historia.
II
Bajo estas orientaciones en 1850 mediante Ordenanza[2], expedida por la Cámara Provincial de Bogotá, se rinden honores a la memoria de los mártires de la independencia y se ordena cambiar el nombre del lugar conocido como Huerta de Jaime por el de plaza de Los Mártires, teniendo en cuenta que fue el espacio de inmolación del mayor número de víctimas sacrificadas en esta provincia, por el «despotismo español», según el texto de la Ordenanza, y en su artículo 2 determina que «en el centro de la Plaza de los Mártires se levantará una modesta columna de piedra en la cual se escribirán los nombres de los próceres de consagración pública que allí murieron»[3].
III
Con estos lineamientos se le dio impulso al proyecto de erigir en Bogotá un monumento a los mártires y se adjudicó el contrato a Thomas Reed, arquitecto formado en Inglaterra y Alemania, quién arribó a Venezuela en 1843, pasó a Colombia en 1846, recomendado por Manuel Ancízar, e inicio la construcción del Capitolio Nacional bajo el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera. Reed también construyó el Panóptico de Cundinamarca, sede desde 1948 del Museo Nacional de Colombia y dejó proyectados los planos del monumento a los Mártires en 1853, sin que se hubiese iniciado su construcción.
IV
En 1872, bajo el gobierno de los liberales radicales, se realiza el ritual de colocar la primera piedra para la erección del monumento que ya estaba proyectado, pero «atenciones preferentes habían impedido llevar a cabo la obra»[4], de tal manera que lo decretado años atrás por la Cámara Provincial no había tenido su ejecución.
En ese año, en el marco de la conmemoración del 20 de julio, como Día aniversario de la proclamación de la Independencia, la plaza de Los Mártires fue un punto central de referencia:
«La inmensa procesión cívica desfiló por las carreras del norte, Neiva, Boyacá, Palacé y Bonza hasta la Plaza de los Mártires con la concurrencia de todos los funcionarios civiles, el cuerpo diplomático, el Prelado Arquidiocesano, varias sociedades, la Universidad, colegios públicos y privados, una caravana ecuestre compuesta de señoritas y de caballeros, la imponente Legión Páez formada de 17 columnas y mandada por el viejo veterano general Emigdio Briceño y la mayor parte de la Guardia Colombiana.
En la Plaza de los Mártires pronunciaron un discurso a nombre de la Sociedad de Socorros Mutuos y en homenaje a los próceres de la Independencia el doctor Lázaro M. Pérez. El Presidente de la Unión doctor Manuel Murillo Toro colocó la primera piedra de la pirámide que se levantó allí a la memoria de los Mártires de nuestra emancipación política».[5]
V
El 7 de agosto de 1879, una vez asegurado el presupuesto para su construcción, mediante la Ley 63 de 1878 y en el marco de los actos de conmemoración del aniversario de la batalla de Boyacá, se colocó, nuevamente, la primera piedra del «monumento que se levantaría en la plaza de Los Mártires como muestra de la gratitud nacional a los que fueron sacrificados por la libertad de la Patria»[6]. El programa de ese día combinó los discursos del presidente de la Unión, Julián Trujillo, un despejo militar en la plaza de Bolívar y entonación de himnos patrióticos por estudiantes de las escuelas primarias de la ciudad, en la zona de ubicación del monumento
VI
Finalmente el 4 de marzo de 1880 se inauguró en Bogotá, en la actual plaza de Los Mártires (Avenida Caracas, entre calles 10 y 11), un monumento pensado como un justo homenaje a la memoria de los mártires de «nuestra libertad»[7], referida a las mujeres y hombres que habían sido sacrificados por los españoles durante la guerra de independencia de la Nueva Granada. Parece ser que su constructor fue el escultor italiano Mario Lambardi, quién se basó en el diseño original de Thomas Reed. El acabado se puede observar en este grabado.
Una de las características notables del monumento eran las esculturas femeninas de dos metros colocadas en los extremos, tal como se observa en el grabado[8], que representaban la Paz, la Gloria, la Justicia y la Libertad, imaginarios del momento político que se vivía en esa década de los 70 del siglo XIX y que se evidenciaron en apartes del discurso del «General de la independencia Manuel A. López»[9]: «la Gloria de Bolívar y Sucre, […] la Libertad de estos territorios, […] la Justicia alcanzada con la derrota del despotismo» y la búsqueda de la paz.[10]
El General Julián Trujillo en su discurso de inauguración del monumento se refirió a los nombres de los próceres inscritos en el mismo afirmando que «el recuerdo de los hechos extraordinarios que los condujeron a rendir la vida bajo la cuchilla implacable del poder español quedan también esculpidos en nuestros corazones»[11].
Sin embargo varios sectores sociales no compartían los criterios con que se mostraba la acción de las fuerzas españolas en los años de enfrentamiento con las fuerzas patriotas, considerando que en algunos se exageraba lo «implacable de la cuchilla española»[12].
VII
Entre 1917 y 1919 el Monumento a los Mártires fue intervenido y se bajaron las estatuas que representaban la Paz, la Gloria, la Justicia y la Libertad. Según Roberto Cortázar las estatuas «fueron retiradas de allí y confinadas al pueblo de Bosa, y en su reemplazo se colocaron cuatro candelabros de piedra, con figuras de animales…»[13].
El monumento ha sido intervenido en años posteriores (1927, 1928, 1959, 1960, 2008) y finalmente por la construcción de la Avenida Caracas lo situaron en un lugar céntrico en el parque de Los Mártires.
En el año 2008 se le realizó una llamada recuperación y tal como se observa en la siguiente imagen las cuatro esquinas del pedestal son contextualmente un monumento simbólico e imaginario a las estatuas que allí reposaban.
VII
Hoy en Colombia, 2021, el pueblo indígena caucano Misak, como una estrategia de protesta, ha derribado estatuas de conquistadores españoles, que arribaron en el siglo XVI a estos territorios y que hoy son considerados indignos de memoria histórica por su accionar violento contra los ancestros aborígenes, de tal manera que en Bogotá, Popayán y Cali se encuentran una serie de pedestales desocupados, que bien ameritan ser dotados con aquellas estatuas del Monumento a los mártires, que representan imaginarios realmente deseados: Paz, Gloria, Justicia y Libertad y que algún día fueron llevadas al pueblo de Bosa.
El Pueblo de Bosa es hoy la localidad de Bosa y nadie por allí da cuenta de haberlas visto. Así pues: ¿Dónde están las estatuas?
[1] Archivo General de la Nación (AGN). Sección: República, Fondo: Congreso, Rollo 01, No. Orden 19, Folios: 434-437-439, 27 de abril de 1850.
[2] ORDENANZA 112 de 23 de octubre de 1850, en BORDA, Ignacio, Monumentos Patrióticos de Bogotá. Su historia y descripción. Imprenta de La Luz. Bogotá. 1892. pp. 33-34.
[3] Ibíd., pp. 33-34.
[4] «Fiesta Cívica» en el Semanario El Zipa, año III, Bogotá, 14 de agosto de 1879, No 4, Biblioteca Nacional de Colombia (BNC).
[5] BORDA, Ignacio, Op.cit., 1892. p. 65
[6] Semanario El Zipa, Redactor y Director Filemón Buitrago, Bogotá, 14 de agosto de 1879, No 4. BNC.
[7] «Inauguración del monumento de los Mártires». Ibíd., Bogotá, 11 de marzo de 1880, No 32. BNC.
[8] BORDA, Ignacio, Op.cit, 1892.
[9] Periódico El Deber, Bogotá, 5 de marzo de 1880.
[10] “Inauguración del Monumento de los Mártires”, en El Zipa, año III, Bogotá, 11 de marzo de 1880.
[11] Discurso del General Julián Trujillo en BORDA, Op.cit., p.41
[12] Periódico El Deber, Bogotá, 5 de marzo de 1880.
[13] CORTÁZAR, Roberto. Monumentos, Estatuas, Bustos, Medallones y Placas Conmemorativas Existentes en Bogotá en 1938. Editorial selecta, Bogotá, 1938, p. 214.